Quiero que sepas que hay un quinto evangelio
que es según tu nombre, y es que el decide tu salvación,
porque en él tú respondes a la gracia divina del cielo
como Pilatos o como Juan, como Judas o como Pedro,
o como Magdalena después de su conversión.
Ese lo escribes tú mismo, con la gracia o con el pecado,
con el amor o con el odio, con la misericordia o el desprecio,
aceptando o no que Cristo pagó con su sangre el precio
de tu rescate, derribando los barrotes de tu infierno.
Allí vas escribiendo día a día la historia de tu relación
con el Dios de la vida, tejiendo tu santidad o tu condenación,
dependiendo de cómo respondas al amor de Dios.
Y hay una octava Palabra dicha por Jesús en la Pasión,
después de exclamar “en tus manos encomiendo mi Espíritu”,
descrita como un grito desgarrador y profundo,
y es tu nombre pronunciado con divina compasión,
y que fue escuchado hasta en lo más recóndito del mundo,
cuando Jesús dijo que por ti moría, que por ti su sangre vertía.
por lo que Él inmolaba todo su ser por quien Él se desvivía.
Recuerda pues que su última palabra eres tú mismo en su corazón
amantísimo, por quien derramó hasta la última gota de sangre ese día.
Fuente: Libro CLAMOR ENTRE LLAMAS
Autor: Monseñor Romulo Emiliani c.m.f.
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