lunes, 30 de agosto de 2021

CUIDADO CON LOS VAGOS




Si, cuidado con los vagos en cualquier institución porque su ocio los transforma de vividores parásitos en seres peligrosos, porque el estar sin hacer nada les carcome el alma cuando ven a alguien que trabajando con ahínco destaca. Entonces la envidia cambia su asombro en odio, que les hace destilar cual lobos rabiosos venenos a chorros por el mal que engendran. 


Y cual serpientes traicioneras con agilidad de relámpago buscan morder con sus colmillos el talón descubierto del que camina luchando en la selva del mundo cambiando las cosas sin otro pago que la satisfacción de hacer para los demás mejor la vida. 


Y es que están en tu gremio y tú los conoces, pero no piensas que sean capaces de tanta maldad llevados por su ceguera, y la emboscada se hace con sutiles pero gravosas intrigas dejando en el suelo toda una historia de heroica entrega, clavando en la espalda la daga del traidor homicida para satisfacer la envidia que es cruel asesina. 


El ocio es el taller del diablo dicen, y por cierto al estar vacíos de ideales y sueños se ponen al servicio del mejor postor para cobrar presto el alquiler por ofrecer su corazón y llenarlo de estiércol. Por eso andan contentos con sus flamantes dueños que son los vicios que exigen atención y respeto cayendo en desviaciones para mantener el ocio despierto.


Son depredadores de sueños y crueles engañadores que prefieren mantener todo cual está sin importar quien sufre, con tal que no destaque el que por el bien de otros aporte su vida, ingenio, esfuerzo y tiempo, para hacer de este un mundo nuevo. 


Cuidado, cuidadito, aparecen con sonrisas y posturas de santitos, pero son maestros del engaño y de engendrar pesadilla porque aparecen ronroneándose cual bellos gatitos, pero te descuidas y como tigres te comen hasta la coronilla.


Fuente: Libro CLAMOR ENTRE LLAMAS
Autor: Monseñor Romulo Emiliani c.m.f.

1 comentario:

  1. Muu cierto. Muchas gracias. Que Dios lo bendiga y proteja siempre, querido Monseñor Rómulo Emilliani.





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