miércoles, 22 de junio de 2022

HAY MUCHAS CLASES DE VIOLENCIA


Cuando el esposo maltrata a la esposa con frases hirientes, desprecios continuos, y la humilla inclusive delante de la gente, está siendo violento. La está golpeando interiormente. Está abriendo heridas en el alma que hará de esa mujer una acomplejada, que se desprecie a sí misma, que no desarrolle sus cualidades y además está dañando su alma con el resentimiento. Muchas veces porque hay hijos de por medio, la mujer aguanta y aguanta. Esa tortura psicológica es igualmente violenta como la tortura física experimentada por alguien. Y lo más probable es que la persona víctima de esa paliza física ha sido dañada menos en el alma que aquella señora maltratada psicológicamente.

Está la violencia institucional, como cuando gobiernos y sistemas económicos oprimen a la gente con mala distribución de las riquezas, grandes impuestos, bajos salarios, robos de las arcas del Estado, en definitiva injusticia y corrupción juntos y la gente deja de tener hospitales, escuelas, carreteras, y cada vez los pobres son más marginados. Eso es violencia, porque se les arranca de las manos su derecho a tener los bienes necesarios para vivir.

Está la violencia en los centros de educación cuando se maltrata a un estudiante con burlas y marginación, mofándose de defectos físicos o mentales, como también es violencia la malcriadez en el trato, el ser patán y chabacano. Es violencia cuando todo un sistema social y económico crea insensibilidad en el corazón de la gente centrándose en el individualismo más atroz, haciendo que se creen barreras invisibles pero reales donde los pobres son vistos como gente de segunda categoría, desechable y que no tienen derecho a los bienes que Dios ha querido darles.

Hay violencia cuando el pueblo no puede expresar su queja, su malestar, su dolor ante tantas injusticias. Cuando los medios de comunicación sirven a intereses creados de grupos de poder y silencian o deforman la verdad, convirtiendo la información en una forma de manipular la opinión pública. Todo eso es violencia porque de manera forzada se le arrebata al pueblo su derecho de expresar su pensamiento. Como también es violencia la manera en que se le impide al pueblo su derecho a saber la verdad.

La violencia como acto no tiene que ser necesariamente física para serlo. Claro que dañar el cuerpo de alguien es violencia, pero el alma, los sentimientos, las emociones y pensamientos, como la dignidad y los derechos humanos no se ven, pero son tan reales como el cuerpo. Y las heridas causadas son auténticas y manan otro tipo de sangre igualmente verdadera, causando daños muchas veces mortales. No seamos violentos de ninguna manera. Pidamos al Señor ser pacíficos, sabiendo que seremos llamados hijos de Dios los que trabajemos por la paz.

Monseñor Romulo Emiliani c.m.f.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

JOSÉ EDUARDO Y SU HIJO

Había intenso sol y el ambiente pesado en esa ciudad industrial y en un banco mucho movimiento y un ser malo y astuto vigilaba a dos hombres...