viernes, 28 de mayo de 2021

BABILONIA, LA GRAN CRIMINAL


Has existido siempre, Babilonia la gran criminal, y tus amantes de todas las épocas te han defendido, porque han vivido de ti y te han complacido, ofrendándote sangre de mártires y santos, que en tu embriaguez constante has bebido, y con tus encantos de riqueza a tantos has llevado hasta tu lecho y seducido.
Montada en la bestia has recorrido cielos y mares exhibiendo tus poderes y erigiendo tus altares para que te adoren los sedientos de placer y dinero, poniendo en la frente de ellos el número maldito, el tres veces seis, para anunciar que solamente ellos podrán comprar y tener lo que quieran en tu reino temido llenándose de privilegios por acostarse contigo.
Orgullosa y engreída representas todos los sistemas de cualquier ideología, que crean élites y privilegios, que adoran los dioses del mundo, elevando a regio la basura de los ídolos, repitiendo el mismo lema: Que el que ama el poder y la fama, el placer y la riqueza, Dios no interesa y por eso actuemos con la mayor vileza.
Entre los mercaderes del negocio que enriquece a unos Y empobrece a muchos, hay generales y coroneles, empresarios y comerciantes, banqueros y terratenientes, mafiosos de la droga y contrabandistas, y ninguno deja de participar en los mismos burdeles de la Babilonia criminal, donde se revuelcan y comen del banquete que la asquerosa prostituta ofrece.
Y nunca han de faltar a la mesa líderes de las Iglesias que dejaron a Dios por las riquezas, tapando su indecencia con ropajes de rezos a porfía, demostrando ante el dolor del pobre su indiferencia. Pero si creen que no hay políticos en esta soez orgía, ellos son los especialistas en vender al mejor postor su conciencia, apoyados por periodistas y publicistas que con mucho arte disimulan su obsesión por el dinero, su gran demencia.
Babilonia criminal, que encima de la bestia de color escarlata te paseas con tus inmundicias buscando seguidores, enamoras a multinacionales para que exploten a países pobres y creen imperios que extraigan el estaño y la esmeralda, el petróleo y la madera, el algodón y el cobre, seduces con astucia a la gente con tu tentador oro y plata.
Pero tu final ya está cerca lo dice la Palabra, tus mismos seguidores y la maldad que te domina, la bestia y el falso profeta, todos te destruirán y serán también vencidos, castigados por haberte seguido, hundidos todos en el fondo del infierno, donde será el crujir de dientes y el llanto sin sentido.
Babilonia criminal, tu tiempo de vida está contado, y el hacha está puesta en la raíz del árbol para ser cortado. No confíes mucho en tus riquezas ni en tu inmenso poderío, porque todo eso será como paja echada al fuego, como casas construidas sobre arena que se lleva el furioso río. Todos los que se acostaron en tu inmundo lecho, y manejaron dinero sucio negociado en la tramposa banca, y promovieron la prostitución, el narcotráfico, la trata de blancas, la explotación salvaje del pobre con el mayor desprecio, dictaduras asesinas que mataron millares a mansalva, juicios fraudulentos que hundía a buenos y a criminales salvaba, todos los que tienen sus manos con sangre inocente manchada, se la verán con el Dios santo y no escaparán de la eterna condena, desde hace siglos ya en el Apocalipsis anunciada.
Pero también para tus seguidores hay palabras de consuelo del Cristo bueno y santo, que hay posibilidad de perdón si se arrepienten y se convierten, sufriendo con dolor el pecado cometido, postrados en el duro suelo, llorando los pecados, luchando por salvar el planeta agredido con las armas de la justicia, solidaridad, fe y amor.
Fuente: Libro CLAMOR ENTRE LLAMAS
Autor: Monseñor Romulo Emiliani c.m.f.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

JOSÉ EDUARDO Y SU HIJO

Había intenso sol y el ambiente pesado en esa ciudad industrial y en un banco mucho movimiento y un ser malo y astuto vigilaba a dos hombres...