Usted como ser humano necesita que lo escuchen, lo entiendan, lo apoyen, lo corrijan, lo defiendan, y que esté alguien a su lado en los momentos más difíciles. Usted necesita un confidente, alguien que lo escuche con atención y que guarde las cosas íntimas que usted cuenta. Usted necesita escuchar consejos desinteresados, necesarios para su bien. Usted necesita muchas veces hablar con alguien. Simplemente desahogarse.
Usted necesita un amigo de verdad. Yo entiendo que su cónyuge puede llenar muchos aspectos de lo que digo, y tener un director o guía espiritual es importante para su vida. Y claro, un confesor. Pero el amigo o amiga, es la persona que vive aparte de su círculo íntimo familiar, sin estar influido por todo el vaivén normal de lo cotidiano doméstico, que no tiene que ver con el fluir complejo de las relaciones familiares, donde se juntan sentimientos, emociones, preocupaciones, conflictos, tareas en común, y donde ya hay posturas determinadas en muchos puntos. No es el papá, o mamá, hermano o hermana, o cónyuge. Claro que cada una de esas relaciones es hermosa, valiosa, llena de significado, pero no es igual que la de ser amigo. No digo que mejor o peor.
Simplemente diferente.
El amigo viene de otro ambiente, con su propio fluir en la vida, sus preocupaciones y metas, pero que aparece en tu vida sin otro interés que estar contigo, compartir, conversar, identificarse con tu persona respetando tu libertad, dejando que tú seas tú, y que te va a entender en un plano diferente, sin que sea afectado en su situación personal por tus cosas, como si lo estaría, y con razón, tu cónyuge. Este es carne de tu carne y vive lo tuyo como lo suyo. Todo lo tuyo le afecta muchísimo, porque es tu esposa o tu esposo. Ser una sola carne es ir en el mismo barco y sufrir igual en las tormentas como vivir momentos de paz y felicidad. Ese es un vínculo sagrado y que busca la procreación, formar familia completa.
El amigo o amiga, es la persona que respeta tu foro interno, sabe que hay una frontera que no debe pasar, no busca poseerte en ningún aspecto, no tiene interés económico ni quiere aprovecharse de tu amistad para sus propios intereses. Es alguien que camina a tu lado, pero respeta tu ritmo y tus metas. Simplemente está para acompañarte en el proceso de hacerte mejor persona.
No buscará hacerte daño, destruirte. Está para que crezcas internamente. Para apoyarte moralmente, para animarte, fortalecerte, para brindar lo necesario para que sigas caminando. Es fiel y auténtico. Te dice la verdad. Es un gran tesoro tener amigos. El mejor de todos, el más grande, Jesucristo.
por Monseñor Rómulo Emiliani c.m.f.
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